Mario Molina, premio Nobel de Química 1995, falleció a los 77 años de edad, informó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De acuerdo al Centro Mario Molina, el científico mexicano predijo junto a F.S. Rowland en 1974 el adelgazamiento de la capa de ozono como consecuencia de la emisión de ciertos gases industriales y los clorofluorocarburos (CFC), presentes en los aerosoles.
Los científicos pueden plantear los problemas que afectarán al medio ambiente con base en la evidencia disponible, pero su solución no es responsabilidad de los científicos, es de toda la sociedad, dijo el Nobel de Química.
Mario Molina nació en la Ciudad de México en 1943, es ingeniero químico egresado en 1965 de la UNAM; estudió un posgrado en la Universidad de Friburgo, Alemania en 1967, y recibió un doctorado en Fisicoquímica de la Universidad de California, Berkeley, en Estados Unidos en 1972.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lamentó la muerte y describió a Mario Molina como un destacadísimo científico, defensor del medio ambiente.
Tras lamentar el suceso, Javier Jiménez Espriú, exsecretario de Comunicaciones y Transportes, recordó a Molina Pasquel como un “distinguido universitario”.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, mandó un abrazo de sus familiares por la pérdida de uno de los pioneros en investigar la química atmosférica.
Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la Presidencia de la República, envió su pésame a los familiares y amigos de Pasquel y Henríquez.
El senador por el PRD, Miguel Ángel Mancera, se pronunció por la muerte de uno de los implsores para atacar la contaminación del aire en la Ciudad de México.
El secretario de Educación, Esteban Moctezuma, destacó el “notable ejemplo para la niñez y la juventud” de uno de los 21 científicos que formaron parte del Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología del Presidente Barack Obama.