Un estudio elaborado por científicos mexicanos alertó que la falta de camas en cuidados intensivos y el sobrecupo en hospitales elevó la mortalidad por COVID-19 en México.

“El 45% de los pacientes que no sobrevivieron justificaron su ingreso en unidades de cuidados intensivos, pero no recibieron atención con ventilación mecánica invasiva debido a la falta de disponibilidad de camas de cuidados intensivos”, menciona el estudio.

La investigación fue publicada en la revista Plos One y realizada por expertos mexicanos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, encabezado por Antonio Olivas-Martínez y José Luis Cárdenas-Fragoso, entre otros autores.

También menciona que la tasa de mortalidad se debió a disponibilidad de camas en cuidados intensivos, “lo que sugiere indirectamente que el hacinamiento fue uno de los principales factores que contribuyeron a la mortalidad hospitalaria”.

El estudio fue realizado con datos disponibles hasta septiembre de 2020 en la zona del Valle de México, por lo que no incluye el repunte de fallecimientos registrado durante la temporada invernal.

Los especialistas especifican que el riesgo de muerte intrahospitalaria fue mayor en hombres en comparación con mujeres, así como en pacientes con obesidad, diabetes y con una saturación de oxígeno menor al 80% al momento de ser hospitalizados.

En agosto de 2020, el Gobierno de México informó que antes de la pandemia el país contaba con 2 mil 800 camas de terapia intensiva, mientras que actualmente tiene 12 mil camas para atender a los enfermos de COVID-19.

Hasta el 3 de febrero, en México se han registrado 1 millón 450 mil 237 contagios y 161 mil 240 defunciones, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indicó la semana pasada que de enero a agosto de 2020 existió un subregistro del 44% en el número de fallecidos debido a que el informe diario de la Secretaría de Salud no registra a las personas con COVID-19 que murieron en su casa.