En plena Primavera, el anuncio de ley seca o medidas similares en algunos estados de México provocó compras de pánico, como se reportó en Nuevo León, donde de acuerdo a medios locales la gente se volcó a las calles para no quedarse sin cervezas, y sin sed.
Aunque no es una declaratoria de ley seca, el gobernador de la entidad, Jaime “El Bronco” Rodríguez precisó que a partir del 3 de abril se dejará de producir y vender cerveza al ser una actividad no esencial.
La producción de alcohol y bebidas alcohólicas no es esencial. Se para la producción, distribución, y por lógica y consecuencia se para la venta en los establecimientos. No habrá producción, se cierran las empresas cerveceras. No son esenciales.
Tabasco se unió al club de los sin cerveza, pues su gobernador con coronavirus, Adán Augusto López, decretó ley seca y se prohíbe la venta de todo tipo de bebidas alcohólicas y cervezas en los 17 municipios en tanto dure la emergencia sanitaria.
Se suspenda de manera temporal en tanto dura esta emergencia sanitaria, la venta de bebidas alcohólicas y de cerveza, venta distribución y comercialización en todo tipo de establecimientos mercantiles. Esto es en depósito, en tiendas de conveniencia, súper mercados no habrá venta de bebidas alcohólicas.
En Campeche se ordenó una ley seca light porque solo pide la suspensión de venta y consumo de bebidas alcohólicas en bares, centros nocturnos y restaurantes a partir del 31 de marzo, y se reduce el horario de venta de las 12 a las 18 horas.
En tanto que la ley seca en Oaxaca impone la suspensión temporal de actividades en bares, cantinas y salones de fiestas hasta el 19 de abril.
Caso contrario en la Ciudad de México, donde la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, desmintió cualquier anuncio de ley seca en la capital mexicana.