La Paz.- En el sexto día desde que el presidente Evo Morales dimitió al poder en Bolivia, ante el reclamo de fuerzas militares y policiales, al menos cinco personas murieron, unas 50 resultaron heridas y decenas más detenidas tras los enfrentamientos entre cocaleros simpatizantes del exmandatario y fuerzas policiales y militares, cerca de la ciudad de Cochabamba.

“Los muertos todos son producto de armas de fuego”, denunció el defensor del Pueblo de Cochabamba, Nelson Cox, quien responsabilizó a los policías y militares por utilizar armas de fuego para dispersar a los cocaleros, reportó el diario local Página Siete.


▶EVO CONDENA ATAQUE A COCALEROS



Tras conocerse los efrentamientos que cobraron vidas, el expresidente Evo Morales condenó el ataque a los cocaleros por el régimen golpista que tomó el poder por asalto en Bolivia.

“Reprime con balas de las Fuerzas Armadas y la Policía al pueblo que reclama pacificación y reposición del Estado de Derecho. Ahora asesinan a nuestros hermanos en Sacaba, Cochabamba”, denunció a través de sus redes sociales.

El comandante de la Policía boliviana, Jaime Zurita, indicó que la policía usó agentes químicos para dispersar a los manifestantes, aunque admitió que los militares utilizaron armamento letal y que los cocaleros también estaban armados.

Militares y policías activaron un operativo en el puente Huayllani, en Sacaba, un sitio estratégico de conexión con la ciudad de Cochabamba, para evitar que los cocaleros del Chapare ingresaran a esa capital para expresar su apoyo a Morales, de acuerdo con la radioemisora Kausachun Coca.

Los productores buscaban ingresar al centro de la ciudad pero fueron repelidos por un fuerte contingente policial, con el que mantuvieron un enfrentamiento durante horas. “Hemos negociado hasta más no poder y entonces cuando las cosas pretenden salirse de control la Policía tiene que tomar el mando y restablecer el orden público”, señaló Zurita.

Según el jefe policial, al realizar una requisa a los cientos de cocaleros que pretendían ingresar a Cochabamba de manera “pacífica”, se les encontró armas de fuego, bazucas artesanales y explosivos.

Los cocaleros buscaban manifestar su rechazo al gobierno de Áñez, quien se proclamó presidenta interina de Bolivia el pasado martes, y respaldar a Evo Morales, quien renunció el 10 de noviembre y decidió asilarse en México, en medio de acusaciones de fraude en los comicios del 20 de octubre.

▶SIGUEN MOVILIZACIONES CONTRA EL GOLPE DE ESTADO



Miles de bolivianos procedentes de las distintas provincias del departamento boliviano de La Paz marcharon nuevamente en las ciudades de La Paz y El Alto, en las que se registraron incidentes con la policía y el ejército, al cumplirse 26 días de protestas tras las elecciones.

En los últimos días han llegado a la capital y su ciudad vecina varios grupos sociales campesinos, indígenas y sindicatos para expresar su rechazo a la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez y exigir su renuncia.

Los bolivianos llegan de zonas rurales y se suman a los manifestantes de El Ato que exigen el retorno a la Presidencia de Morales Ayma. “Los militares no pueden venir con balas, vengan con la Constitución, a hacerla cumplir”, aseveró ante la multitud reunida en La Paz, el legislador Rubén Chambi, del Movimiento al Socialismo (MAS).

A diario estos grupos intentan llegar a la plaza Murillo, donde se ubica el Palacio Quemado, antigua sede del gobierno que la presidenta interina retomó, ya que Morales despachaba desde un edificio contiguo.

Los incidentes en ambas ciudades se han prolongado por horas, incluso en ocasiones hasta la medianoche, protagonizando choques con la policía que emplea gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.

Algunos productos y el combustible en las gasolineras empiezan a escasear y diversos negocios permanecen cerrados por temor a que destruyan sus locales, que al igual que varias viviendas y edificios se han blindado con láminas de cartón y madera.

Los productores anunciaron que no enviarán alimentos a la ciudad hasta que se restituya la democracia en el país.

Los bolivianos reunidos en La Paz leyeron la Constitución de Bolivia que establece los pasos a seguir en caso de existir una renuncia del mandatario. Denuncian que Áñez, apoyada por los militares y policías, de instituir la institucionalidad y exigen el regreso de Morales.


▶PARA PACIFICAR, ÁÑEZ ABRE DIÁLOGO CON PARTIDO DE EVO



Ante la escalada de la violencia en el país, la presidenta interina Jeanine Áñez inició un diálogo con los líderes del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del expresidente Morales, con el fin de pacificar al país y convocar en breve a nuevas elecciones, indicó Página Siete.

Uno de los participantes en las conversaciones, identificado como Luis Vásquez Villamor, reveló que el MAS ha impuesto como condición para desmovilizar a las organizaciones afines al expresidente Morales, que se otorguen salvoconductos a los asilados.

Vázquez consideró que si el gobierno de Áñez brinda los salvoconductos que exige el MAS, ese partido debería empezar por permitir la libre circulación de gasolina en todo el país y garantizar el derecho al transporte y al trabajo.

En las mesas de diálogo participan oficialistas, opositores y cívicos, con el auspicio de la Conferencia Episcopal Boliviana, la Unión Europea (UE), el gobierno de España y la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El mandatario boliviano Evo Morales se mantiene asilado en México desde el pasado lunes a donde llegó trasladado por el gobierno mexicano.

(Con información de Efe, Página Siete y Notimex)