Ciudad de México.- Evo Morales denunció este miércoles que más de 30 personas han sido asesinadas, más de 100 han sufrido heridas y mil han sido detenidas en Bolivia desde que él renunció a la Presidencia de ese país.

“Están matando a mis hermanas y hermanos, hasta el día de mi renuncia había cero muertos”, expresó Morales esta mañana, al inicio de una nueva conferencia de prensa en la Ciudad de México.

“Cuando llegamos al gobierno, las Fuerzas Armadas apenas tenían un helicóptero. Les hemos dejado 25 helicópteros y hemos decidido equiparlos, (pero) nunca he pensado que las fuerzas armadas iban a usar ese equipamiento contra el pueblo”, señaló.

La Defensoría del Pueblo confirmó la cifra de 30 muertos e informó que el número de fallecidos tras los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y campesinos en El Alto subió a seis.

Los sucesos se produjeron el martes,en la segunda ciudad más grande del país, cuando un escuadrón conformado por militares y policías buscaba desbloquear una planta de distribución de combustibles en la zona alteña de Senkata.

La Defensoría del Pueblo comunicó en su portal de internet que cuatro de las víctimas fatales no han sido identificadas mientras que las otras dos son varones de 38 y 31 años, todos manifestantes que pedían la renuncia de la presidenta interina, Jeanine Añez, y el regreso al país de Evo Morales.

Al menos cinco de los fallecidos están siendo velados en una parroquia de Senkata, según confirmó a la agencia de noticias Efe la oficina de comunicación de la Defensoría del Pueblo.

La Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, fue a la zona del conflicto en esta jornada para tener la certeza de la identidad de los fallecidos y la cantidad de heridos.

Los disturbios en la planta de combustibles de Senkata derivaron en una refriega en la que se utilizaron gases lacrimógenos, explosivos, piedras y la sospecha de utilización de armas letales.

En redes sociales se advirtió sobre la posibilidad de hacer explotar la planta de combustible después de que se publicaran imágenes de manifestantes tumbando un muro exterior de ese campamento y lanzando explosivos.

También se difundieron imágenes de varios heridos con aparentes impactos de armas de fuego en el cuerpo.

La respuesta de los manifestantes fue calificada el martes por la noche como “terrorismo” por el ministro interino de Defensa, Fernando López, quien además manifestó que no se disparó en aquel operativo que escoltó un convoy de carros cisterna para la provisión de combustible a La Paz y El Alto.

Mientras que el sector que protestaba acusó a los militares de utilizar armamento letal contra los manifestantes.

(con información de Notimex)

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