Washington, DC.- El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, consideró este martes que la crisis política que obligó a la renuncia de Evo Morales no fue un golpe de Estado, sino un “autogolpe”.

“La forma de autogolpe no es nuevo. Ya lo había intentado Milosevic en Serbia, así como otros países en el continente africano. Debe continuar la investigación de las responsabilidades de este autogolpe, hoy claramente marcadas hacia el órgano electoral”, dijo Almagro.

No obstante, el tema dividió opiniones de los representantes de los países que asistieron a la reunión extraordinaria del Consejo Permanente, convocada para este martes en Estados Unidos.

Algunos representantes de Estado, entre ellos los de México y Uruguay, mostraron preocupación por la violencia e incluso exigieron un pronunciamiento de la organización en contra del golpe de Estado.

“Consideramos que las presiones que Evo Morales recibió por parte de las fuerzas armadas y los cuerpos de seguridad del país configuran elementos de un escenario de golpe de Estado, lo que México rechaza categóricamente”, expresó la embajadora Luz Elena Ramos Rivas, Representante Permanente de México ante la OEA.

La representación mexicana exhortó a dejar atrás los tiempos en que militares “ponían o deponían” gobiernos según sus intereses. Además, Ramos Rivas defendió el asilo político concedido por México a Evo Morales, el cual está “apegado al derecho constitucional”.

En apoyo a la participación de México, la representante de Nicaragua, Ruth Tapia Rivas, hizo un llamado a que la auditoría realizada por la OEA a los comicios electorales bolivianos comprenda un informe objetivo y al margen de la crisis política y la incertidumbre que actualmente enfrenta el pueblo boliviano.

“La OEA no debe dictar elecciones, sino evaluarlas”, destacó la delegada nicaragüense.

“Hoy Bolivia está bajo control militar y la democracia ha sido puesta cabeza abajo, lo menos que puede hacer este Consejo Permanente es condenar el golpe de Estado, al menos para no vuelva a repetirse en el continente americano”, dijo Joy-Dee Davis Lake, representante de Antigua y Barbuda.

Los representantes de México, Nicaragua, Uruguay, Antigua y Barbuda y Santa Lucía (en representación también de Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Surinam y Trinidad y Tobago) expresaron su preocupación por la violencia en Bolivia.


▶”NO HUBO GOLPE”



Una declaración firmada por 15 de los 34 países que conforman la OEA (se necesitan 18 para que pueda ser considerada una posición oficial), entre ellos Estados Unidos y Brasil, pide una convocatoria para nuevas elecciones en Bolivia “lo más pronto posible”.

“Estados Unidos rechaza la versión de que esto sea un golpe de Estado” afirmó Carlos Trujillo, representante de dicho país ante la OEA durante su intervención. Asimismo, afirmó que la renuncia del ahora exmandatario Evo Morales fue voluntaria y “acorde al orden constitucional boliviano”.

La declaración que respalda el informe presentado al Consejo Permanente (que concluye que hubo fraude en las elecciones presidenciales del 20 de octubre en Bolivia) fue firmada por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela, país este último representado por los delegados del líder opositor Juan Guaidó.

“¿Quién de ustedes acá está en favor de los fraudes electorales, quién de ustedes está a favor de que se roben las elecciones, quién de ustedes acá está a favor de esta forma de autogolpe, eso sí es volver a las peores épocas del hemisferio, eso sí es absolutamente condenable e inadmisible.

“Es muy triste, es el horror de los horrores, es el despropósito de los despropósitos, que se arroja el legado político del primer presidente indígena de Bolivia por la borda de un autogolpe, duele en el alma”, aseguró Luis Almagro, durante su participación en la reunión.

(con información de Notimex y Efe)

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