La Paz, Bolivia.- Horas después de que renunció a la Presidencia de Bolivia, Evo Morales denunció “ante el mundo y el pueblo boliviano” que la policía liberó una orden de aprehensión ilegal en su contra y que grupos opositores atacaron violentamente su casa y la de miembros de su gabinete.

“Los golpistas destruyen el estado de Derecho”, concluyó Evo.




La información fue replicada por la exministra de Salud de Bolivia, Gabriela Montaño, y confirmada por el líder opositor Luis Fernando Camacho —el mismo que se arrodilló esta mañana en la Casa de Gobierno, frente a una Biblia y una bandera de Bolivia—: “La policía y los militares están buscándolo en el Chapare, lugar que se escondió. Los militares le quitaron el avión presidencial”.


En un video que circuló en las redes sociales se aprecia a un jefe de la policía cercar el aeropuerto de Yacuiba y explicar a un grupo que ha recibido la orden del general Vladimir Yuri Calderón, comandante de la policía, de aprehender al expresidente boliviano.

Horas antes el expresidente afirmó que no existía ninguna intención suya de fugarse del país luego de su dimisión.

“Vamos a seguir desde las bases, con seguridad yo vuelvo a la zona del trópico de Cochabamba para estar con mis compañeros. No tengo por qué escaparme, quiero que sepa el pueblo boliviano, no he robado a nadie, nada, si alguien piensa que estamos robando que me diga, que presente una prueba, una prueba de que hemos robado”.

Horas después de que se difundiera el video en el que se escucha claramente al mando de la policía comunicar las instrucciones de detener a Evo Morales, las autoridades negaron que sea así y dijeron que las órdenes de aprehensión son en contra de los integrantes del Tribunal Supremo Electoral




No obstante, en distintos países se discute la posibilidad de otorgarle asilo político. En México, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, anunció que habría dado asilo a distintos exfuncionarios bolivianos y ofreció lo mismo para Morales.

En Argentina, mientras tanto, el presidente elector, Alberto Fernández sostuvo una llamada con el presidente actual, Mauricia Macri, para sopesar la posibilidad de asilo pero aún no se determina cómo procederá el gobierno argentino: “para Fernández se trata de un golpe de Estado, para Macri una salida traumática a un proceso electoral viciado”, apuntó Infobae.

(Con información de Notimex, pagina 12 e Infobae).