México y Colombia son los países más peligrosos y letales para ser defensores ambientales, pues registraron 30 y 65 homicidios en 2020, de acuerdo con el informe de Global Witness.

Además, 2020 fue el año en el que más asesinaron a ambientalistas desde que se lleva el recuento de los casos, afirmó Global Witness. En promedio asesinaron a 4 defensores ambientalistas por semana.

La pandemia ocasionó que fuera más fácil atacar a los defensores medioambientales pues estaban encerrados en sus casas, informó la organización.

Las amenazas en su contra, campañas de desprestigio, criminalización y arrestos fueron una de las formas de represión que aumentaron durante el año pasado.

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América Latina es la región más peligrosa del mundo para ser ambientalista, pues tres de cada cuatro ataques que Global Witness registró en 2020 se cometieron aquí. Además dentro del top 10 de países más peligrosos para se defensor del medio ambiente siete están en esta región.

Laura Furones, activista de derechos humanos de Global Witness, explicó que parte de la alta incidencia podría deberse a que es más fácil documentar los casos, mencionó que “en otros continentes el acceso a la información es más limitado (…), no es que haya menos casos sino que muchos de ellos no llegan a fuentes públicas”.

Los países más peligrosos para los ambientalistas son Colombia, México, Filipinas, Brasil, Honduras, República Democrática del Congo, Guatemala, Nicaragua, India, Indonesia, Sudáfrica y Tailandia, de acuerdo con la organización.

Furones también explicó que los asesinatos se deben a que representan una oposición a proyectos empresariales, mineros, agroindustria, entre otros, a esto debe sumarse la impunidad y la ineficiencia de las autoridades para investigar sus casos.

El 30% de los asesinatos han ocurrido en zonas donde habían proyectos de minería, talar árboles y represas hidroeléctricas. En México hubieron 9 casos relacionados con ataques por la tala y deforestación.

De acuerdo con Global Witness, en México aumentaron un 67% los crímenes en contra de los defensores ambientales respecto a 2019.

El último ambientalista asesinado en México fue Rodrigo Morales Vázquez, el pasado 2 de septiembre en Cuernavaca, Morelos.

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