Raúl Ruidíaz, ex jugador de Monarcas, declaró que eligió irse a la MLS porque en nuestro país le tocó ser testigo de actos de inseguridad, lo cual no lo tenía cómodo. El hoy futbolista de Seattle Sounders, no ha sido el único futbolista que ha declarado su inconformidad por los delitos cometidos en México.
El caso más reciente se dio en el equipo femenil del América. A finales del 2019, las jugadoras de las “Águilas”, Esmeralda Verdugo y Lucero Cuevas, fueron secuestradas en la Ciudad de México. Aunque el hecho no pasó a mayores, ya que las futbolistas regresaron sanas y salvas, ambas decidieron ir a jugar a Tijuana.

Otro caso de secuestro fue el que vivió Alan Pulido en el 2016 en Tamaulipas, el en ese entonces jugador del Olympiacos de Grecia estuvo en nuestro país vacacionando donde fue raptado por un fin de semana. Afortunadamente el futbolista pudo escapar y fue rescatado por una patrulla que estaba en el lugar.

También se han reportado casos sobre robos a casa de los jugadores mientras éstos están entrenando. Guillermo Ochoa, Osvaldo Martínez y Brian Lozano son algunos ejemplos. Lo que sin duda ha influido en la decisión de los futbolistas extranjeros en la decisión de elegir jugar en nuestro país o ir a la liga de Estados Unidos.