Ciudad de México.- La creación de asociaciones cannábicas es el punto clave para reducir riesgos y daños respecto al consumo de marihuana, pues varias personas pueden dedicarse al autocultivo y hacer uso responsable de la planta sin tener problemas con la autoridad, expresó José Rivera, integrante de la organización social Instituto Mexicano del Cannabis.

“No vas a tener problemas con la autoridad y vas a tener el apoyo de consumidores y médicos que te pueden decir cuál es la mejor forma de consumir y así reducir los daños”, detalló.

El activista destacó que otro de los beneficios de dichas asociaciones es que el uso personal del cannabis no requiere de comercialización, ya que se abastecería de autocultivos.
No tenemos que participar en el mercado o tener interacción con el narco porque vamos a cultivar y consumir nuestra propia flor
JOSÉ RIVERA, Instituto Mexicano del Cannabis

El predictamen de la Ley para la Regulación de la Cannabis, que podría ser aprobada por el Senado este jueves, establece la legalización de esta hierba en los aspectos lúdico, industrial y para investigación médica.

Una vez legalizada, su comercialización podría dejar unos 18 mil millones de pesos para Hacienda el próximo año, de acuerdo con el presidente de la Comisión de Justicia del Senado, Julio Menchaca, en declaraciones recogidas por El Financiero.

No obstante, el activista José Rivera subrayó que el nuevo dictamen para la regulación de la marihuana en el Senado afecta los derechos de más de 7 millones de consumidores en México, ya que hasta ahora no se ha podido demostrar el peligro del cannabis, “y al no poder comprobar los daños hay una sobrerregulación”.

▶ NO OLVIDAR A LOS CAMPESINOS



El director de la Asociación Mexicana de Estudios sobre el Cannabis, Leopoldo Rivera, comentó que una vez que se logre la demanda del uso personal y el respeto de sus derechos, se enfocarán en la regulación y creación de un mercado nacional.

“Reconocer que hay productores que llevan décadas cultivando, y hay que actualizar sus técnicas porque no corresponden al mercado internacional. El predictamen está muy orientado al beneficio de empresas extranjeras”, alertó.

Esta preocupación la comparten colectivos y clubes cannábicos ciudadanos, entre ellos Regulación por la Paz, coalición que considera que el último predictamen, en caso de ser aprobado, debilitará la posibilidad de las comunidades campesinas de participar en este mercado, mientras que privilegiará la operación de las trasnacionales.


En un posicionamiento publicado en Twitter, esta organización explica que el predictamen viola el derecho a la privacidad de las personas, además de imponer una serie de restricciones “innecesarias”:

“Restringe innecesariamente los derechos de las personas usuarias de cannabis al limitar el cultivo para uso personal a cuatro plantas y establecer un registro de las personas que realicen esta actividad, lo cual es discriminatorio.

“Sigue criminalizando a personas usuarias, persiguiendo la posesión simple y desechando la posibilidad de que las personas usuarias tengan lugares de consumo seguro fuera de su residencia privada”.

Consulta el posicionamiento completo aquí:


▶ GARANTIZAR SEGURIDAD DONDE SE SIEMBRE


La integración de comunidades campesinas que llevan décadas en el cultivo de marihuana a un posible mercado nacional, tiene implicaciones que van más allá de un cambio en la ley; por ejemplo, la presencia del crimen organizado.

Omar González, agricultor de marihuana originario de Guerrero, quien vive con otras 80 familias desplazadas por la violencia de los grupos delincuenciales en la zona, en entrevista para el periódico El Sur remarcó que junto con la legalización “es necesario enfocarse en la pacificación de los lugares en donde se siembra”.

“Si no se enfrenta el tema de la seguridad en nuestras comunidades, esto no funcionaría –advirtió–. Para que un proyecto como éste genere empleos y beneficios económicos tiene que haber un sistema de paz”.


Redacción (con información de Notimex, El Financiero y El Sur).