La relación entre el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, y su secretario particular Guillermo Gutiérrez Badillo parece innegable para los miembros de Acción Nacional. Además el aumento de los terrenos de su rancho se dio cuando era senador y su ahora exsecretario recibía fajos de billetes como presunto soborno.

El portal Proceso hace un recuento por la relación entre el gobernador y su secretario Gutiérrez Badillo, a quien se le vio recientemente en un video filtrado recibiendo dinero en efectivo, presuntamente de sobornos del caso Lozoya a los legisladores para aprobar la Reforma Energética.

“Panistas consultados consideran imposible que Gutiérrez –quien ha acompañado a Domínguez Servién desde hace 14 años en sus cargos de diputado federal, alcalde, senador y gobernador–, pudiera actuar sin conocimiento de su jefe”, escribe la publicación.

De acuerdo con el portal Gutiérrez fue desde su chofer, pasando por diseñador y secretario cercano del ahora gobernador a lo largo de su carrera política. El último cargo de Gutiérrez Badillo, antes de que lo destituyeran por el videoescándalo de los presuntos sobornos de Lozoya, fue el de secretario particular de Domínguez Servién.

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Informan que recibía 69 mil 272 pesos mensuales, información correspondiente a los tabuladores de 2019 que difunde el Poder Ejecutivo de Querétaro.

“En la época en que el secretario particular recibía los fajos de billetes, el gobernador liquidó el pago de los terrenos que le permitieron aumentar la superficie de su rancho La Cruz de Mayo de 10 a 80 hectáreas”, se lee.

El rancho La Cruz de Mayo



El semanario recuerda que en 2016 se le cuestionó al gobernador de Querétaro el crecimiento de su propiedad cuando era alcalde y senador. Domínguez Servién aseguró que el rancho era el fruto del trabajo de su familia, aunque el pago por los terrenos de su rancho se efectuó en 2012, en su período como legislador.

Dueño del 96% de la empresa Rancho La Cruz de Mayo, Sociedad de Producción Rural de Responsabilidad Ilimitada, el mandatario estatal es accionista de la compañía a cargo de la propiedad, que en 2015 valía 70 millones de pesos por su 80 hectáreas.