Las operaciones de una banda rumana internacional dedicada al robo de miles de dólares en cajeros llevan a vínculos y protección de personajes cercanos al exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón, Genaro García Luna; otros ligados al cobro de moches en el PAN; y a excolaboradores del PRI en el gobierno de Roberto Borge en Quintana Roo.

De acuerdo con una investigación realizada por OCCRP (Organized Crime and Corruption Reporting Project), Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Quinto Elemento Lab se reveló que la Banda de la Riviera Maya, saqueó 1,200 millones de dólares por medio de una red de cajeros automáticos ubicados en varios destinos turísticos del país.

Cuando el delegado del Instituto Nacional de Migración (INM) en la Ciudad de México era Víctor Manuel Vargas Ramírez, un abogado que trabajó bajo las órdenes de García Luna, se expidió un falso permiso para trabajar a Adrián Constantin Tiugan, quien gestionó la colocación de cajeros modificados a través de un contrato con banco Multiva.

Hasta el momento autoridades de México, Estados Unidos y Rumania tienen identificado a Florian Tudor “El Tiburón”, de origen rumano como presunto líder de la organización, misma que es señalada de recibir protección política, de acuerdo con el secretario de Seguridad de Quintana Roo, Alberto Capella.

En 2018, Tudor y su cuñado transfierieron la mayoría de las acciones de la empresa Brazil Money Exchange a Fabricio Ledesma Heinrich, militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Morelos vinculado de manera profesional a Gerardo José Rejón, Presidente del Instituto Político Empresarial priista.


La organización criminal originaria de Rumania inició operaciones en marzo de 2014, por medio de una empresa fachada de nombre Top Life Servicios que firmó un contrato con banco Multiva para instalar cajeros de la marca Intacash distribuidos en centros turísticos que se usaron para la clonación de tarjetas.

De acuerdo con la investigación, algunas de las tarjetas clonadas en los principales puntos turísticos de México fueron usadas para sacar el dinero a países como Indonesia, Barbados, Paraguay, India, Brasil, Granada, Taiwán, Corea del Sur y Japón.


Además, fue revelado que personajes relacionados con el PRI y el PAN, como gobernadores y secretarios de Estado realizaron negocios y colaboraciones con la organización como el caso de Gerardo José Rejón, quien impulsó la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en el 2012.

Rejón estuvo involucrado en en el esquema de fraudes donde se despojó de inmuebles a particulares para ser entregados a familiares y allegados de entonces gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, quien se encuentra actualmente en prisión.

Por otra parte, la periodista Georgina Howard publicó en 2013 en el diario Reporte Índigo la participación de los representantes de Golfmex, una empresa involucrada en el presunto cobro de sobornos o moches para financiar la precampaña electoral a la Presidencia de México de Ernesto Cordero, en ese entonces secretario de Hacienda en el sexenio de Calderón.

Dichos representantes recorrieron cientos de municipios para convencer a los alcaldes de otorgar cuotas que iban desde los 17 mil hasta los 200 mil pesos a cambio de gestionar ante Ernesto Cordero inversiones federales en obras.

Un exintegrante de la organización que se convirtió en testigo de la fiscalía en Rumania declaró que por medio de chips instalados en los cajeros automáticos era posible copiar unas mil tarjetas al mes, de las cuales se retiraba en promedio 200 dólares por cada una.

Con ingresos anuales de 240 millones de dólares, la banda creó en 2015 la Inmobiliaria Investcun que se ocupó para comprar un terreno en Cancún donde se construyó una mansión, además de estar relacionada con un proyecto residencial en un destino turístico entre Playa del Carmen y Cancún.