La viceprimera ministra de la Canadá, Chrystia Freeland, arremetió contra la medida impuesta por Donald Trump, quien dijo que se restablecerían los aranceles del 10 por ciento a ciertos productos canadienses de aluminio.

Freeland declaró que en respuesta a los aranceles estadounidenses, “Canadá tiene la intención de imponer rápidamente contramedidas dólar por dólar”.

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Estados Unidos implementó los aranceles por “preocupaciones de seguridad nacional”, acción que Freeland consideró injustificado e inaceptable: “el aluminio canadiense no socava la seguridad nacional de EU. El aluminio canadiense fortalece la seguridad nacional de EU y lo ha hecho durante décadas a través de una cooperación incomparable entre nuestros dos países”.

La viceprimera ministra dijo que Canadá es un proveedor confiable de aluminio para los fabricantes estadounidenses de valor agregado y recalcó que el comercio de aluminio entre ambos países ha sido beneficioso económicamente para las dos naciones.

Chrystia Freeland señaló que en tiempos de una pandemia mundial, por la COVID-19, y una crisis económica, lo último que necesitan los trabajadores canadienses y estadounidenses son nuevos aranceles “que elevarán los costos para los fabricantes y consumidores, impedirán el libre flujo de comercio y dañarán las economías provinciales y estatales”.

Incluso mencionó que luego de que el nuevo T-MEC entró en vigor el 1 de julio, “ahora es el momento de promover la competitividad económica de América del Norte, no de obstaculizarla”.