Ciudad de México.- El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, reveló que el gobierno mexicano enfrentó un viacrucis para poder sacar a Evo Morales del territorio de Bolivia, para preservar su vida y traerlo al país.

Ebrard detalló durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador el “periplo” que tuvo que desarrollar la diplomacia mexicana.

En cuanto Evo Morales solicitó el asilo, el presidente López Obrador dio la orden de que se trasladara un avión de la Fuerza Aérea de México, que hizo escala en Lima, Perú, donde esperó durante cuatro horas el permiso para ingresar y aterrizar en suelo de Bolivia.

Una vez que el avión despegó de Lima, las autoridades de Bolivia no permitieron su aterrizaje. Tuvieron entonces que regresar a Lima. Es una situación complicada, explicó Ebrard, pues no existe una autoridad formal, “no está claro quién decide qué. El permiso lo otorgó finalmente, el comandante de la Fuerza Aérea, lo que dice mucho de quién tiene el poder en Bolivia”.

Cuando Evo Morales ya se encontraba en el interior de la aeronave mexicana, el ejército de Bolivia cambió de parecer y negó el despegue, lo que se tornó en una situación de riesgo, puesto que en el aeropuerto había integrantes de las fuerzas armadas y había grupos de simpatizantes de Evo en su exterior. “Por un milimétrico espacio se dio la salida”.

El gobierno de Perú echó reversa entonces a su decisión y y no permitió “por consideraciones políticas” que el avión que trasladaba a Evo aterrizara en Lima, por lo que gracias a la intervención de las cancillerías de Argentina y Brasil el avión pudo volar hacia Asunción, Paraguay, donde pararon durante cuatro horas en espera de que se consiguiesen los permisos para viajar a México.

El gobierno de Perú mantuvo su negativa a que el avión que trasladaba a Evo Morales aterrizara en Lima, pero consintió en que cruzara su espacio aéreo.

Se planeó hacerlo y luego cruzar Ecuador, pero el gobierno de esa nación tampoco dio permiso por razones políticas, por lo que se tuvo que trazar un nuevo plan de vuelo y “hubo que rodear” Ecuador, para adentrarse en aguas internacionales, para poder llegar a México.

Ebrard explicó que por esos contratiempos se espera que entre las 11:00 y las 11:30 horas de este martes llegue la aeronave de las fuerzas armadas con Evo Morales a territorio mexicano, y que a él le corresponderá dar su versión de los hechos en Bolivia y decir —si así lo desea— “por qué tomo las decisiones que tomó”.

Indicó que México recibirá a Morales conforme lo que establece el artículo 11 de la Constitución y los ordenamientos legales que establecen “proteger la vida de las personas que sean objeto de persecución política y así lo ha ejercido México”, además de que no se revelará su residencia por cuestiones de seguridad.

El canciller mexicano indicó que si Morales quiere ofrecer una conferencia de prensa a su llegada al país, se le facilitarán las cosas para que así lo haga.

“México está obligado a hacer por la ley y la Constitución de que estén seguros. El Estado lo que tiene que hacer es garantizar su seguridad”, añadió Ebrard Casaubon, quien explicó que una solicitud de asilo no se puede revocar y reiteró que Morales fue objeto de un golpe de Estado.
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