EL expresidente Felipe Calderón reveló su sorpresa ante la “resignación” del entonces candidato Presidencial por el Partido Acción Nacional (PAN) en 1994, Diego Fernández de Cevallos, para no reclamar la cancelación de un segundo debate.
Me sorprendió muchísimo el comentario de Diego. Suponía yo que convocaría a una rebelión, denunciaría a sus interlocutores…Me asombró que lo tomara con tal resignación.
En su libro Decisiones Difíciles, Calderón narró su papel durante la campaña Presidencial de 1994 donde tras el asesinato del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio, se designó a Ernesto Zedillo al relevo y en la contienda también participaba Cuauhtémoc Cárdenas por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Fue el 12 de mayo de 1994 cuando el Jefe Diego, Cárdenas y Zedillo acudieron al Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la Ciudad de México y sostuvieron un debate en horario estelar para la televisión mexicana el cual fue visto por alrededor de 34 millones de mexicanos y es el más sintonizado en la historia de la política en México.
Diego arrasó con sus oponentes. Un debate que todo interesado en política debe ver. Su campaña se catapultó como nunca, escribió Calderón.
En la obra testimonial de Calderón, el expresidente de México exhibe que a pesar de los éxitos de la campaña de Fernández de Cevallos la cobertura en medios de comunicación del entonces candidato del PAN era prácticamente nula.
También detalló cómo durante una entrevista el Jefe Diego fue cuestionado de cómo atraería el voto joven y de las mujeres y su lamentable respuesta fue que “la muchachada y el viejerío están con nosotros”, la cual fue tomada como una actitud misógina del panista.

O cuando tras quejarse con Emilio el Tigre Azcárraga para que Televisa hiciera una cobertura igualitaria de las actividades de campaña, el Jefe diego estalló contra un reportero de la televisora.

—¿En serio eres de Televisa?
—Sí —respondió el reportero.
—A ver, enciende tu cámara. Una vez encendida, y antes de que el reportero pudiera articular una pregunta, Diego le espetó, con el puro encendido en la mano:
—Dile a tu jefe, el Tigre Azcárraga, que vaya y chingue a su madre.
—¿Cómo? —balbuceó el reportero con estupor.
—Que le digas a tu jefe, el Tigre Azcárraga, que vaya y chingue a su madre.

Fragmento del libro Decisiones Difíciles de Felipe Calderón

Para Calderón ese fue el fin de la campaña del Jefe Diego, seguido por un silencio mediático abrumador y la constante acusación de que el panista había abandonado su candidatura, cosa que para el expresidente es falso, pues afirma, Fernández de Cevallos siguió dedicándose al proyecto.