El periodista Francisco Cruz Jiménez reveló que los nexos del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, con la delincuencia, comenzaron en su niñez, en la que llegó a ser apodado como El Maldito.

“Llegaron a vivir a una calle en una colonia que se llama Romero Rubio, atrás de Lecumberri. La calle es conocida como La Canasta porque un grupo de agentes del Servicio Secreto del México viejo se juntaba ahí y juntaban todos los botines que robaban, asaltaban y ahí lo repartían. Genaro llegó a esa niñez”, narró Cruz Jiménez.
En una entrevista para Los Periodistas de La Octava, Cruz Jiménez añadió que la gente de la colonia Romero Rubio llamaba como El Maldito a García Luna cuando era niño, de acuerdo con investigaciones que hizo para su libro García Luna, el señor de la muerte.

“La gente que lo conoció desde niño en la Romero Rubio, en la 1 de Mayo, Damián Carmona, la Gómez Farías, lo llamaban El Maldito, dicen que era un maldito desde niño. Cuando sus padres migran trajeron a ese niño a conocer su destino, a enfrentarse a su destino, y este niño, reclutado por el Servicio Secreto, hizo lo que sabía: repartir el botín”, dijo.
El periodista mencionó que le “generaba mucha preocupación” no conocer el origen de García Luna, por lo que se acercó a exagentes y uno de ellos le dio el acta de nacimiento del exsecretario con la que descubrió que su familia huyó de Michoacán en los años 70 y llegó a la colonia Romero Rubio de la Ciudad de México.

Agregó que a los 11 o 12 años, un grupo de exagentes del Servicio Secreto lo reclutó y lo hicieron informante, ‘oreja’, o coloquialmente conocido como ‘madrina’ porque iba a las colonias a identificar a quienes serían sus víctimas para ser asaltadas.

Sobre sus primeros acercamientos con la delincuencia, el escritor explicó que cuando el exfuncionario durante el gobierno de Felipe Calderón era ‘madrina’, murió un agente del Servicio Secreto, situación que aprovechó para formar su propia pandilla con familiares y vecinos de la colonia Romero Rubio.

El primer gran robo con su “pandilla familiar” lo realizó el 25 de diciembre de 1987 cuando robaron 250 millones de pesos, centenarios y joyas a un comerciante.
Cruz Jiménez describió a García Luna en la entrevista para La Octava como un hombre cínico, frío, calculador y metódico, similar a quienes “tienen varias personalidades”.

Destacó que cuando fue reclutado por el Servicio Secreto y comenzó a “repartir el botín” creó una hermandad, la cual fue creciendo.

“En el Cisen tuvo acceso a todas las fichas de criminales. Tenía guerrilleros, líderes sociales, periodistas. Hizo una hermandad con Luis Cárdenas Palomino, buscado en Estados Unidos, con Ramón Pequeño. No es casualidad que tuviera acercamientos con el narco, ahí tenía los expedientes secretos”, recordó.
Genaro García Luna está preso en Nueva York, luego de ser detenido en diciembre del año pasado acusado de conspirar para traficar cocaína en colusión con el Cártel de Sinaloa, de recibir millones de dólares como sobornos por parte de esta organización criminal y de mentir a agentes federales.

El próximo martes 7 de octubre se presentará ante la Corte Federal de Brooklyn, Nueva York, en una audiencia pública.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado pruebas al juez Brian Cogan, encargado del caso del exsecretario, con las que podrían comprobar los posibles nexos de García Luna con el narcotráfico a través de información obtenida por videos y comunicaciones interceptadas.