La periodista Anabel Hernández cuestionó las razones del gobierno de la Cuarta Transformación para mover las piezas y gestionar la liberarción del general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional, con la promesa de traerlo a México y juzgarlo en nuestro país.

Refiere que su liberación implica la “marca en rojo” de una línea limítrofe de los alcances del gobierno en turno y una parámetro para que otros grupos de poder en México midan al presidente Andrés Manuel López Obrador si aprietan “el botón correcto”.

En su columna Contracorriente!, publicada el viernes pasado, Anabel Hernández cuestionó los ejes base de la liberación del general, acusado de narcotráfico, corrupción y lavado de dinero por la corte del Distrito de Nueva York, crímenes que pudo cometer durante su gestión como secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

“La retractación pública y el rescate de Cienfuegos marca en rojo la línea limítrofe de los alcances de la prometida “Cuarta Transformación (4T)” dejando al desnudo su incongruencia, debilidad, carencias y claudicación. De ahora en adelante este será el parámetro con el que otros grupos de poder en México medirán a AMLO”, sentencia.

Crescencio Sandoval bajo la lupa



Alguien le debió informar a AMLO que el primero al que tendría que despedir es al general Crescencio Sandoval, a quien designó como secretario de la Defensa Nacional
La periodista refiere que el el actual titular de la Sedena fue promovido como General de División en 2017 por el mismo Cienfuegos. Además de que las acusaciones que se le imputan al exsecretario de la Defensa se cometieron en un periodo donde Crecencio Sandoval era Subjefe del Estado Mayor de 2013 al 2016.

“Sandoval era uno de sus hombres de mayor confianza ocupando el estratégico cargo de Subjefe del Estado Mayor de 2013 al 2016… Es decir, Cienfuegos habría trabajado para los narcos en las narices del ahora titular de la Sedena”, escribe Hernández.

Sobre la liberación



Hernández comenta que el mandatario “usó su poder e investidura” de Presidente de México y su amistad con Donald Trump para que el fiscal William Barr solicitara retirar los cargos contra Cienfuegos para que fuera juzgado en nuestro país.

No lo liberaron por presunción de inocencia, sino como resultado de una maniobra política alejada de la justicia
Asimismo se pregunta por los privilegios con los que contó Cienfuegos, no solo para ser el único que ha sido repatriado pese a los cargos de narcotráfico que se le imputan en Estados Unidos, comparados con Genaro García Luna o los mismos miembros del crimen organizado que fueron extraditados a EU para ser juzgados en el país vecino del norte.

Anabel Hernández alude a la llegada del exsecretario de la Defensa a México y los protocolos de protección con los cuales contó para no ser observado en su deportación.

“Los policías de la Guardia Civil adscritos a dicho aeropuerto comenzaron a tomar las fotografías de rutina sobre el operativo de entrega. Pero a diferencia de todas las demás ocasiones, los militares que se encontraban en el lugar se los impidieron, dejando en claro que Cienfuegos no solo es impune sino es intocable”, describe en su texto.

Además revela que el Comisario General de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, informó que por órdenes de Crescencio Sandoval, se retiraran del aeropuerto como castigo por la ‘incomodidad’ causada a Cienfuegos.

“La diferencia abismal de la eficacia en materia de justicia entre un país y otro deja claro no solo que la repatriación del general Cienfuegos no tiene nada que ver con la búsqueda de la justicia, sino que quienes lograron su regreso están seguros que será impune”, escribe.