La diseñadora francesa Isabel Marante ofreció disculpas luego de que artesanos la señalaron por plagiar patrones de diseño y cromáticos naturales de gabanes purépechas y de otras comunidades de Michoacán.
Le entristece enormemente constatar que su enfoque haya sido percibido como una apropiación cultural, cuando ella quería promover una artesanía y rendir homenaje a una estética a la que está vinculada.
En una carta enviada a la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, la diseñadora europea aseguró que no quiso apropiarse con sus diseños inspirados en textiles de las comunidades purépechas que formaban parte de su colección Otoño-Ivierno 2020.

En respuesta, Frausto la invitó a las comunidades para que conozca el alfabeto y la cosmovisión que representa el lenguaje de cada textil, así como el tiempo que se invierte en cada prenda y el costo real de ellas.

“No perdamos de vista que cuando se hace un homenaje, tendrían que estar invitadas las culturas aludidas, porque si bien son ancestrales, están vivas”, respondió Frausto.

Mientras el costo de un gabán artesanal mexicano es de alrededor de mil quinientos pesos, la capa de manufactura francesa es de 14 mil 251 pesos.

Es la segunda vez que Isabel Marant hace apropiación cultural o plagio y esta ocasión la mayoría de las grecas de su colección contienen un significado específico y se pueden encontrar en diferentes vestimentas de Saltillo, tapetes de Oaxaca y suéteres de Chinconcuac.

El 4 d enoviembre de 2020, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, envió una carta a Isabel Marant donde le solicitó a la marca de ropa una explicación sobre el uso de diseños indígenas en sus atuendos.