El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, que llevó su banquito a Palacio Nacional y hasta Estados Unidos, afirmó que ahora está planeando una caravana nacional para continuar con su denuncia de presunta participación del crimen organizado en las elecciones del 6 de junio en el estado.

En conferencia de prensa, Aureoles aseguró que como el presidente Andrés Manuel López Obrador no lo recibió en Palacio Nacional, no descarta la posibilidad de encabezar esta caravana para “alzar la voz” por la seguridad y la paz en el país.

“Hemos trazado algo que llamo la ruta por la legalidad y la paz de Michoacán y de México. Voy a seguir el siguiente paso en México, no descarto la posibilidad de una caravana nacional”.

El mandatario estatal expresó que hará todo lo posible para que no regrese el narcogobierno a Michoacán y dijo que no quiere que su país se convierta en un narcoestado. El gobernador electo, Alfredo Ramírez Bedolla, aseguró que en cuanto llegue al poder investigaría a Aureoles. No solo eso, mientras Aureoles continúa con su gira, el estado vive niveles de violencia alarmantes, como ejemplo está el municipio de Aguililla, que se encuentra entre enfrentamientos, balaceras y amenazas.

Pese a la pandemia, el perredista afirmó que no descartaría la opción de convocar al movimiento, sin embargo comentó que “por ahora” no llamará a los ciudadanos a movilizarse en caravana, ya que el se encuentra a la expectativa del desarrollo de la pandemia y el nivel de contagios.

“Estamos con la expectativa de carácter sanitario y quiero ser muy responsable en el tema”

Además, indicó que tras su gira de trabajo en Estados Unidos, se dio cuenta de que algunas embajadas podrían estar interesadas en las denuncias que ha realizado.

“Vamos a seguir por la ruta de la legalidad y la paz. Seguramente estaré visitando algunas embajadas que tienen interés en el tema, la de Francia, Alemania y Reino Unido, países europeos que están muy alerta”

Desde hace dos meses, en junio, el gobernador de Michoacán ha dedicado tiempo a denunciar la presunta presencia del narco en las pasadas elecciones del 6 de junio, y cuando Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador electo de Michoacán por Morena, ganó en la elección, Aureoles aseguró que con su llegada sería el regreso del narcogobierno.

Actualmente, después de su debut en Palacio Nacional en donde se sentó en un banquito esperando a que el presidente López Obrador le abriera las puertas, Aureoles ha advertido en varias ocasiones que ha sido amenazado, pero que no tiene temor ni a sus amenazas, ni a la posible persecución política en su contra.

“Esta cruzada vale más que mi propia vida, no se va a detener y llegará hasta donde tope, están en juego la libertad y los derechos, por eso recurrí a las instancias internacionales, porque es un tema muy grave”, aseguró.

Al no ser recibido en Palacio Nacional, partir de ese día, el gobernador de Michoacán ha dado una búsqueda implacable para demostrar que no miente sobre sus conocimientos sobre el narcogobierno en México, mientras Michoacán vive un incremento de violencia entre el 100 y 400 por ciento respecto a los registros del año pasado en al menos 21 municipios de acuerdo con cifras del Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).