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Sobreviviente de masacre en Nuevo Laredo revira versión de Sedena: ‘Los militares decían: ‘¡mátenlo, mátenlo!”
La madrugada del domingo 26 de febrero, cinco jóvenes fueron asesinados a manos de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en Nuevo Laredo, Tamaulipas; uno más se encuentra grave en el hospital y otro resultó ileso.
“La camioneta pick up donde se trasladaban el grupo de jóvenes recibió más de veinte disparos. Vecinos del sector aseguran que al menos dos jóvenes fueron rematados con disparos en la nuca estando tirados sobre el pavimento”, denunció el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.
‘Escuché que los militares decían, ‘¡mátenlo, mátenlo!’
Alejandro Pérez, sobreviviente de esta masacre, relató a El País que él y sus amigos fueron perseguidos por militares, luego de que salieron de un antro. Explicó que una de las camionetas castrenses chocó contra la suya y entonces los empezaron a balear.
“Alcancé a ver cómo un elemento le disparó a un compañero que ya estaba herido. Él pedía una ambulancia, pero un elemento militar le disparó de nuevo”, contó al periódico.
También negó que alguno de ellos disparara, como señaló la Sedena en un comunicado, pues aseguró que no llevaban armas.
“Cuando ya salí de la camioneta, escuché que los militares decían, ‘¡mátenlo, mátenlo!’ Me pusieron pecho a tierra. Luego escuché dos disparos más, y ya al rato vi a mi hermano tirado en el piso”, recordó.
Pérez expuso que logró sobrevivir porque los elementos del Ejército le pidieron grabar un video declarándose culpable.
Tras este ataque, vecinos y familiares de las víctimas se enfrentaron con los elementos del Ejército y trataron de evitar que se llevaran la camioneta donde sucedió la agresión. Sin embargo, los soldados accionaron sus armas para dispersarlos.
“Se supone que los militares están entrenados para esto y ni siquiera les encontraron nada”, recriminó Humberto Suárez, padre de Gustavo Suárez, uno de los jóvenes asesinados.
El comunicado de la Sedena sobre el asesinato de jóvenes en Nuevo Laredo
El pasado martes, la Sedena informó su versión de los hechos. En un comunicado refirió que los siete jóvenes circulaban con las luces apagadas, sin placas y a exceso de velocidad, la cual incrementaron cuando se dieron cuenta de la presencia de los militares. Sin embargo, se detuvieron hasta que chocaron con un vehículo estacionado.
“De esta situación, al escuchar un estruendo, el personal militar accionó sus armas de fuego; suceso que actualmente diversas autoridades se encuentran investigando para determinar la veracidad de los hechos”, se lee en el informe.
La Fiscalía General de la República (FGR), la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Fiscalía General de Justicia Militar y la Unidad de Vinculación Ciudadana de la Sedena colaboran en las investigaciones y en la atención a los familiares de las víctimas.
El Informe Policial Homologado
El País tuvo acceso al Informe Policial Homologado que elaboraron los militares implicados en el caso. Este “contradice” el comunicado de la Secretaría de la Defensa.
El capitán de Caballería, Elio “N”, quien firma este documento, describió que las detonaciones se escucharon no solo al principio, sino también después del choque. Asimismo, no mencionó que la camioneta de los jóvenes circulaba sin placas o con las luces apagadas.
El capitán narró que, sin que él lo ordenara, cuatro elementos dispararon. “De manera inmediata vía radio ordené alto el fuego”, expuso.
“En el interior del vehículo no se localizó nada ilícito”, reconoció el oficial sobre la inspección que realizaron.
Este miércoles, tres días después, el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció por los hechos y afirmó que si los militares son culpables, deben castigarlos.
“Conozco el caso, se nos informó en el Gabinete y ya se pidió la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que se investigue. Las autoridades militares coadyuvan”, apuntó.