En México, hay 11 feminicidios diarios. Las mujeres que se manifiestan en contra de la violencia de género han sido acusadas de participar en hechos violentos, por lo que, de acuerdo con Animal Político, tienen citatorios de la FGR y la FGJCDMX, lo que implica afectaciones económicas y de salud.

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Se trata de mujeres que, desde octubre y noviembre de 2020, comenzaron a enterarse de que eran investigadas por delitos que presuntamente habrían sido cometidos durante las protestas feministas en la CDMX, ¿cómo se enteraron? Los citatorios en las Fiscalías comenzaban a llegar a sus domicilios.

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“Visitas constantes a sus domicilios por parte de decenas de policías, cateos, patrullajes por sus casas que se incrementan cada que se convoca a otra protesta, afectaciones físicas, psicológicas, económicas y hasta la separación de sus familias son algunas de las consecuencias que enfrentan desde que se iniciaron los casos en su contra, aunque hasta ahora las autoridades no las han vinculado a proceso”, escribió Eréndira Aquino para Animal Político.

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Mientras las mujeres se manifiestan por las negligencias judiciales que les impiden obtener justicia ante las denuncias penales que presentan en las Fiscalías, la respuesta de la Fiscalía es dar seguimiento pero a los casos de las feministas que presuntamente han causado destrozos en la Ciudad de México.

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Feministas como Érika, de 43 años, llegaron a las instalaciones de la CNDH al inicio de la pandemia en búsqueda de justicia. Colectivas feministas convirtieron este edificio en un refugio para mujeres víctimas de violencia de género.

Érika no tenía dónde vivir. Se quedó sin casa luego de denunciar al hermano del padrastro de su hija menor, ya que, aseguran, abusó de ella cuando tenía nueve años.

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Hasta hoy, las feministas mantienen tomadas las instalaciones de la CNDH y el caso de Érika se solucionó legalmente después de años de apelaciones, represión, y persecución policial.

“La niña, que para cuando llegaron al refugio tenía ya 10 años, fue quien pintó sobre el cuadro de Francisco I. Madero que estaba en la CNDH. Esta y otras obras fueron intervenidas por feministas. Dicho acto fue públicamente criticado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien Érika reclamó por indignarse por una pintura: ‘¿Por qué no se indignó cuando abusaron de mi hija?’”, relata Animal Político.

CIUDAD DE MÉXICO, 22OCTUBRE2020.- Erika Martínez, madre de víctima de abuso y habitante de la Okupa antes Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), acudió a la primera audiencia con el imputado por los cargos de violencia familiar en los juzgados penales de la CDMX. FOTO: ANDREA MURCIA /CUARTOSCURO.COM

Pero Érika no es la única madre que ha reportado represión después de sufrir violencia de género.

“Junto con Yesenia Zamudio, madre de Marichuy, joven víctima de feminicidio por parte de un profesor del IPN y de uno de sus compañeros, Érika se convirtió en una de las caras visibles de la toma del inmueble de la comisión. Tras ello, fue denunciada por la CNDH ante la Fiscalía General de la República (FGR) por el delito de despojo”.

Ellas, son solo dos testimonios de la represión que ha sufrido el movimiento feminista en México, pues cientos de feministas han reportado que la Fiscalía ha tocado las puertas de sus casas no para ofrecerles seguimiento a sus denuncias de abuso sexual, más bien, para entregarles un citatorio para dar explicaciones sobre su activismo.

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