El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, reveló que la orden de desaparecer a los 43 normalistas de Ayotzinapa la dio el “A1”, y sería el exalcalde de Iguala, José Luis Abarca.

Esto, en conjunto con líderes del grupo criminal Guerreros Unidos, así como “en coalición con algunas otras autoridades”.

Lo anterior se asienta en el reciente Informe de la Presidencia de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa

“A1 dio la orden de recuperar la mercancía: ‘me chingan a todos a discreción’. A1 ordenó la desaparición de todos los estudiantes porque no saben ‘quién es quién’ y se está calentando la plaza demasiado, ‘mátalos a todos, iguala es mío’”, señala el informe.

TE PUEDE INTERESAR: “Ayotzinapa” un crimen de Estado: Alejandro Encinas

Durante su participación en la conferencia matutina, Encinas recordó que Abarca fue detenido en noviembre de 2014 en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México, pero por el asesinato de ​​​​Arturo Hernández Cardona.

El homicidio del dirigente social Arturo Hernández Cardona ocurrió el 3 de junio del 2013, y a partir de eso los estudiantes de Ayotzinapa iniciaron un movimiento social. 

José Luis Abarca, actualmente se encuentra preso en el penal federal de máxima seguridad el Altiplano, en Almoloya de Juárez, en el Estado de México.

“Ese homicidio se le atribuye al entonces presidente municipal José Luis Abarca, que está detenido justamente por este delito, no por el delito de desaparición, sino por el homicidio de Hernández Cardona.”, aclaró.

TE PUEDE INTERESAR: EU tiene más ‘conversaciones inéditas’ sobre la desaparición de los 43 de Ayotzinapa: Sánchez Ley

‘La verdad histórica’ es falsa: Alejandro Encinas

Ante las críticas del informe del caso Ayotzinapa, Alejandro Encinas señaló que se pudo acreditar que “la verdad histórica” estuvo basada: “en tortura, fabricación de pruebas y manipulación de la escena del crimen y se escondieron vínculos de las autoridades con el grupo delictivo

Detalló que en el caso participaron diversas instituciones e intervención de autoridades del Estado en la desaparición y que no fue un hecho fortuito

“Hay una diferencia sustancial en el fondo, que la verdad histórica se sustentó en las declaraciones obtenidas mediante tortura a las personas detenidas, en la fabricación de pruebas y la manipulación de la escena del crimen, nosotros no torturamos absolutamente a nadie”, apuntó.

Encinas precisó que a través del análisis de 87 millones de registros telefónicos para lograr un mapeo y geolocalización de 116 números telefónicos se identificó que los estudiantes nunca estuvieron juntos.