
Seguridad
El Ejército conocía todo sobre el imperio criminal de El Chueco: El País
El Ejército conocía todo sobre el imperio criminal de José Noriel Portillo Gil, alias El Chueco, principal sospechoso de los homicidios de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua, de acuerdo con la filtración de documentos a la Sedena, atribuida al grupo de hackers Guacamaya.
El diario El País tuvo acceso a los documentos filtrados y reveló que el Ejército sabía desde hace dos años antes de la tragedia en Chihuahua, el “imperio criminal” de ‘El Chueco’, incluso estaba dentro de una lista de objetivos prioritarios.
“Conocía sus alianzas con el Cartel de Sinaloa, las rutas de tráfico de droga que utilizaba y el régimen de terror que impuso a la población civil de la zona. Las alarmas, sin embargo, no sonaron hasta que los religiosos y el guía fueron acribillados”, escribió El País.
El medio explicó que la inteligencia militar presentó a Portillo Gil como el jefe de la plaza del grupo ‘Gente Nueva’, brazo armado del Cártel de Sinaloa, en la comunidad de Urique, Chihuahua, cabecera municipal de Cerocahui, en donde ocurrieron los asesinatos.
“El Chueco y su gente mantienen el control del tráfico y la venta de droga, así como secuestros, extorsiones, cobro de piso, la tala clandestina y ejecuciones, entre otros delitos”, detalló el medio.
La Sedena hizo un diagnóstico dos años antes de los asesinatos de los sacerdotes jesuitas: El País
De acuerdo con El País, la Sedena hizo un diagnóstico dos años antes de los asesinatos de los sacerdotes jesuitas, el cual indicó que la incidencia delictiva “se mantenía en un nivel bajo” y que eventos como los achacados a El Chueco y Gente Nueva solo “se podrían presentar de forma aislada”.
El medio retomó el seguimiento que hicieron las Fuerzas Armadas, el cual apuntó que el capo controlaba la siembra y venta de droga en Cerocahui; también estaba involucrado en el trasiego de enervantes a Sinaloa, bastión del cartel homónimo.
En el informe aparece un mapa de las zonas controladas por Portillo Gil y su fotografía bajo el emblema del Cartel de Sinaloa y se puede leer que “en el municipio las actividades delictivas son de bajo nivel”.
La Sedena llegó a la conclusión de que inició el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, solo se registraron 11 homicidios y no había una pugna por el control del territorio con grupos antagónicos.
Finalmente, en 2021, la Sedena reconoció que la seguridad en la región sur de Chihuahua se había deteriorado por las disputas entre Gente Nueva y La Línea, un grupo criminal con vínculos con los sucesores del Cartel de Juárez.
