Nacional
Jóvenes Construyendo el Futuro dio becas a fallecidos: ASF
El programa Jóvenes Construyendo el Futuro dio becas a fallecidos porque carece de mecanismos de control para validar los datos de los aspirantes a los apoyos, informó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En un informe que la ASF entregó a la Secretaría del Trabajo como parte de la tercera entrega de la Cuenta Pública 2019, especificó que 68 personas recibieron la beca, a pesar de que al momento del depósito ya habían fallecido.
Los 68 fallecidos recibieron transferencias bancarias por 482 mil pesos por “la falta de acciones para verificar, monitorear y dar seguimiento al desempeño del programa”, mencionó la ASF.
TE PUEDE INTERESAR: ASF: Cancelar NAIM costará 331 MDP, no 100 MMDP como dijo gobierno de AMLO
La ASF agregó que aunque la Secretaría del Trabajo fue notificada por la irregularidad, no aportó documentos que prueben que recuperó el dinero entregado a los fallecidos ni cómo podría recuperarlos.
“Los Centros de Trabajo son los responsables de desvincular a un beneficiario en caso de no cumplir lo establecido en el Plan de Capacitación, o en caso de situaciones extraordinarias tales como el fallecimiento de un becario”, respondió la Secretaría a la ASF.
Sin embargo, la ASF agregó que la dependencia tampoco presentó la documentación que acredite la implementación de esta medida.
Detectan más irregularidades
Otras irregularidades que detectó la ASF fue en los centros de trabajo que participan en el programa porque encontraron domicilios inexistentes o abandonados, y otros no comprobaron cuál fue la capacitación que brindaron a los jóvenes que recibieron la ayuda económica.
La auditoría también determinó que hay 57 millones de pesos del programa Jóvenes Construyendo el Futuro que la Secretaría del Trabajo debe aclarar o justificar en qué se gastaron.
Agregó que el programa también entregó apoyos a personas que ya recibían una ayuda del gobierno federal.
El objetivo de Jóvenes Construyendo el Futuro es dar una ayuda económica a jóvenes de entre 18 y 29 años para que aprendan un oficio en un centro de trabajo.